Me di cuenta hace unos días, una mañana que salí de casa para buscar el periódico en el quiosco que tengo cerca.
- Buenos días, Cirilo- le dije al quiosquero mientras le daba el euro de rigor-; ¿te has fijado en eso?.
Cirilo, sin apenas levantar la cabeza, asintió:
- Si, cuando cerré el chiringuito estaba como siempre, verde, pero esta mañana, cuando he venido, estaba así, diferente.
Me lo quedé mirando mientras me alejaba. El verde se había transformado en múltiples colores, vivos, radiantes, de formas variadas, pero tenían un nosequé que me inquietaba.
Algo me decía que allí sucedía algo extraño.
Al cabo de unos días en el periódico apareció una noticia que hablaba de la desaparición de botellas vacías. En los contenedores colocados para reciclar el vidrio no había ningún envase, estaban vacíos. Las autoridades no se explicaban el suceso.
Intrigado, esa noche bajé a la calle a investigar.
Eran las tres de la mañana, y no había ni un alma.
Entonces los ví.
Salían del agujero uno detrás de otro, como una colonia de hormigas, y se movían con tanta rapidez que apenas podía distinguirlos. Entonces comprendí: los seres que se habían instalado en los contenedores se alimentan del vidrio.
Y no sólo de vidrio, sino de todo aquello que tengan cerca. Los árboles cercanos al contenedor se han secado, así como la fuente del parque, la hierba… incluso las piedras han adquirido un color mustio, sin vida, y eso que no tienen.
No comprendo porqué, pero soy el único que los ve. He alertado a todo el mundo, pero me toman por loco. Dicen que se me ha girado la cabeza, y la gente empieza a evitarme. No me entienden. Incluso Cirilo, el quiosquero, empieza a tenerme miedo por las cosas que digo.
Sin embargo, el que tiene miedo soy yo. Estoy aterrorizado.
Me han visto.
Y saben que les he visto.
Fotos: Llorenç Pubill.
5 comentaris:
Pues yo te creo, en serio. Verlos no los he visto, cuando los oigo, prefiero no mirar.Por si las moscas.
Esos contenedores de vidrio, ¿de dónde son? Me parece una buena idea... lástima que en diez minutos llegarán los grafiteros y los joderán. Igual te refieres a ellos en tu entrada
Hiciste esas fotos en Sevilla??'
Te creo te creo. Lo que se ve en las fotos es una buena idea. Ya que una va a reciclar, por lo menos encontrarse con colores bien dispuestos y con una cierta armonía.
Por cierto, saludos a Cirilo.
Beso :)
Haces bien, ELPA... Aunque tampoco hay mucho que hacer, el fin del mundo se acerca y nos convertirán a todos en pasta para hacer cocretas galácticas (o era croquetas?).
Son de Sevilla, MIGUEL. Hay unos cuantos pintados. Con mi primo llegamos a la conclusión, después de unos finos, que se organizó un concurso de graffitis o algo así. No me refería a los grafiteros, sino a invasores alienígenas o algo así. Una chorrada como otra...
En Sevilla, REYES, sí. Están así pintados por todo el centro de la ciudad. Los alienígenas estos aún no han conquistado la periferia...
TORTU, a mí también me pareció una buena idea´, queda muy bonito, y los hay de un móntón de estilos y de diferentes temas. Ya puestos, los podrían cambiar cada cuatro meses (subvencionado por el ayuntamiento) y así los grafiteros se ganarían una pasta. Los recuerdos se los daré de tu parte, aunque Cirilo últimamente me evita, piensa que estoy majara, con la tontería esta extraterrestre que me ha dado.
Petons.
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