dimarts, 17 de març del 2009

LA ASUN ATACA DE NUEVO (Piedras en Irlanda)


Unas cuantas compañeras de trabajo se han apuntado a un cursillo básico de inglés. Al tener casi todas una edad, apenas han estudiado idiomas y, como las clases las organiza la misma empresa y asistir da puntos para la carrera profesional (un chanchullo que se han inventado para no subir el sueldo), se han inscrito la mayoría de enfermeras, auxiliares de clínica y administrativas.
La Asun no se ha apuntado, claro. Ella no hace cursos, ya que según parece tiene muchíííísimo trabajo en casa. Es decir, esperar desde que se levanta (tarde) a que sean las dos menos cuarto para coger la Tusa y entrar a las dos a trabajar, como una clava.
Claro que, ahora, al enterarse de que es necesaria la formación (una formación que no sirve absolutamente para nada, pero eso es otro cantar) para cobrar un poquito más, está con la mosca en la oreja porque no la avisan para hacer ningún curso.
No debe saber que, para hacerlo, primero hay que apuntarse.
Pobrecita.
(Lo que le sucede a la Asun es que, como no tiene ni idea de mirar el correo electrónico, ni ganas que tiene, pues no se entera de nada, pero se le hincha su cuerpo serrano de la rabia que le da ver cómo los demás hacen cursos de formación, y cree que la boicotea todo el mundo).
La profesora de inglés ha propuesto una excursión de final de cursillo, como en el Instituto: un viaje a Irlanda de cuatro días. No se cuántas se han apuntado, la cuestión es que van. Están muy contentas de escapar de la rutina, de los hijos, del marido, del amante, del perro, del gato y del canario.
Por la tarde, en los ratos libres, se dedican a hablar de Irlanda, del viaje, de lo que harán y dejarán de hacer, de lo muchísimo que se van a divertir, etc. Toda una novedad, todo sea dicho, porque habitualmente cascan sobre si al mármol le han salido unas manchas (se quitan con limón, que lo sepan), que si ayer me gasté ochenta euros en el veterinario (a mi pobre Linda se le cae el pelo), que vaya mierda de peinado que le han hecho a la Gutiérrez (la capulla de trauma), que mira qué fea que está la Leti en el Hola! (yo prefiero el Lecturas, ande vas a ir a parar), que si mira ésa qué estirada va por el pasillo (como es familia de médicos se cree alguien), que esta mañana he pasado por el mercado y he comprado unas berenjenas maravillosas…
Temas laborales, por supuesto.
La Asun siempre está sentada en un rincón de la recepción, hundida estratégicamente en su silla baja: cuando uno llega al mostrador, apenas percibe sus ojos, pero se la reconoce a millas por su sempiterno peinado del día de la tortilla. Parece que está dormitando, pero está a la que salta, no se le escapa ni una (eso no es del todo cierto, a veces se duerme de verdad).
Ahora el tema estrella de cháchara es Irlanda. Y la Asun opina, por supuesto:
- Caram! ¡Os váis a Irlanda! ¡Quina sort! Yo estuve cuando era joven y hay muchas piedras en Irlanda. Muchas piedras, sí, está todo todo lleno de piedras. Y mucha hierba también, mucha hierba. Y mucho viento, y siempre llovía. Íbamos en tartana por los caminos, y estaba todo lleno de piedras, sobretodo. Una de piedras…
Aquel día, la Asun ya se había arrancado. Sus compañeras la aguantaron un rato, pero al poco, con disimulo, se fueron dispersando, como cuando un pato nota que empieza a llover y busca una lugar donde guarecerse.
Como los arranques temáticos de la Asun tienen una duración de varias semanas, a partir de aquel día, las demás no sueltan prenda de Irlanda, vuelven a hablar de las mismas cosas, no sea que, de tanto disco rayado y tanta piedra, empiecen a odiar Irlanda y decidan no ir.
Por cierto, la Asun nunca ha ido a Irlanda. Jamás ha salido de Badalona, todo lo más a merendar, en el día de la tortilla, al monasterio de Sant Jeroni de la Murtra, donde los Reyes Católicos recibieron a Colón tras su primer viaje a América, y que se encuentra a muy pocos kilómetros del centro de Badalona.
Y de eso ya hace un montón de años, el tiempo en que estaba de moda llevar el peinado que ella misma aún se hace.
Finales de los años cuarenta, más o menos.
Yo juraría que la Asun ha visto demasiadas veces “El hombre tranquilo”, de John Ford. Cualquier día dice que en Irlanda se topó con Maureen O'Hara.

Sólo le gustan los clásicos…