Pietro seguía atado a la silla. Sabía que le quedaba poco tiempo de vida.
Vincenzo también.
- Algún deseo antes de morir?
- Si. Quiero saber cuánto tiempo te queda de vida.
- ¡Jajaja! ¿A mí? ¡Qué estupidez! ¿Y cómo voy a saberlo?
- Llama a una médium. Apunta el teléfono. Benedetta. Es la mejor.
- Si eso te hace feliz…
Llamó. Le preguntó cuánto le quedaba de vida.
- Media hora. No más.
Vincenzo colgó, tronchándose de risa.
- Me ha dicho que en treinta minutos la palmo. No tengo prisa para acabar contigo,
así que esperaremos los dos, a ver qué pasa. Nos divertiremos.
Tres segundos antes del tiempo límite, una bala certera se alojó en el cerebro
de Vincenzo, que se desplomó sin vida.
Benedetta apareció detrás de él, pistola humeante en mano.
- Eres la mejor médium del mundo, mamá- sonrió Pietro.
4 comentaris:
Ja ja ja... molt bó.No hi ha res com una mediumamma!!
Muy bueno, sí señor. Me alegro de que tesés de vuelta por aquí, yo había predicho que volverías para primeros de octubre
Eso es jugar con ventaja, ¿eh? Porque si ahora resulta que las pitonisas se ponen a ejectutar sus previsiones, así todo el mundo vale para predecir.
Por otra parte: eres caro de ver.
Doncs no sé, ARA, quasi que millor que no, si no ma mare s'assebentaria de tot el que faig. Petons.
Pues no me gusta mucho, MIGUEL está despeinado, recién levantado y sin arreglar. Y a ver si vas a ser tú un mediumpapá... Un abrazo de vuelta (espero!), colega. Sigo leyéndote, aunque no comente apenas.
Pues claro que tiene ventaja, PASEANTE. Lo que no me acaba de cuadrar es que no le toque la lotería a ninguna de ellas. Y valer para predecir vale todo el mundo, otra cosa es acertar. Y si, soy caro de ver, me untaron con un barniz invisible hace un tiempo, pero ya se me está yendo.
Salut!
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